Alquimia
Toda la transmutación
alquímica, ya sea material o espiritual, es producida por el fuego y se cuece
en el Athanor, caldero análogo al alma humana. El aspirante a
alquimista ha de tener presente que en todo su trabajo ese fuego interno sea
continuo y constante. Que no se encienda tanto, que por su causa arda y se
pierda nuestro ánimo, ni que tampoco disminuya al grado de apagarse.
En el mantenimiento de ese fuego y en el control natural de su
potencia, radican los principios básicos de la Alquimia. Sin
embargo, para poder equilibrar esas energías, es imprescindible conocerlas, sin
negarlas ni darlas por supuestas. Poco sabe el hombre ordinario de lo más elemental
del conocimiento de otras realidades y de sí mismo. Toma sus fobias y manías, o
sea su personalidad, como su identidad, sin ver que ha extraído estos condicionamientos
del medio, de modo imitativo y carente de significado y trascendencia. La
doctrina tradicional, constituye una guía y un camino por donde puede
encauzarse nuestra pasión por saber y nuestro amor por el Conocimiento.
La mente "personalizada" no puede consigo misma. Por lo
que
más nos valdría reconocer nuestra ignorancia, que la mayor parte
de las veces no es sino apego a descripciones ajenas de la realidad, por
intermedio de las cuales inconscientemente hemos tratado de organizar nuestra
existencia. La doctrina tradicional es por eso una garantía, en el sentido de
que facilita y concentra el mantenimiento y la graduación de ese fuego interno
por medio de la comprensión y el aprendizaje. La Alquimia reconoce cuatro
elementos básicos, o principios de la
"materia", los que combinados alternativamente entre sí producen la sustancia del universo.
Estos elementos son:
Cábala
Para
todas las tradiciones siempre han existido dioses, o energías
intermediarias
entre el Ser Supremo y sus expresiones fenoménicas. En las grandes tradiciones
monoteístas actualmente vivas (judaísmo, cristianismo, islamismo), esas
funciones son cumplidas por nombres divinos, arcángeles y ángeles.
Ellos
designan atributos o estados del Ser Universal, y son las sefiroth propiamente
dichas.
El
Arbol Sefirotico se halla dividido en cuatro planos, o mundos, que en la tridimensión
son cuatro niveles o jerarquías, en las que se encuentran estructuradas todas
las cosas. Estas jerarquías se escalonan de lo más alto a lo más bajo (del 1 al
10) y van de lo más sutil a lo más denso.
De lo invisible a lo grosero. De las
causas más profundas y secretas a los fenómenos perceptibles por los sentidos.
Este despliegue de energías (de la inmanifestación a la manifestación)
constituye la doctrina de las emanaciones de la Cábala, y describe el proceso
cosmológico; conforma un modelo del Universo.
Y como el
macrocosmos (mundo) y el microcosmos (hombre) son análogos, estas sefiroth se
corresponden con estados físicos, psíquicos y espirituales del ser humano, que
puede conocerlos y vivirlos en su interior.
Nota
Olam Ha Atsiluth,
cuya traducción significa Mundo de las Emanaciones, es el plano más alto y está
constituido por las sefiroth Kether (1), Hokhmah
(2) y Binah
(3), que configuran la triunidad de
principios ontológicos anteriores a la solidificación de todas las cosas. De
esta tríada emanan las energías más sutiles, que en orden sucesivo numeral (1,
2, 3) van a dar a la sefirah número 4, como primera manifestación de esos principios en
el plano de los arquetipos. Olam Ha
Beriyah constituye el Mundo de la Creación.
Está compuesto por las sefiroth
Hesed (4), Gueburah
(5) y Tifereth
(6). Allí se producen las primeras
formas, que se manifiestan sutilmente en el nivel posterior. Olam Ha Yetsirah o
Mundo de las Formaciones, está constituido por las sefiroth Netsah (7),
Hod (8) y Yesod
(9). Su irradiación termina en Olam Ha Asiyah o Plano
de la Concreción Material, perceptible por los sentidos, que está integrado
únicamente por Malkhuth (10). Esta es la esfera de donde debemos partir en nuestros
trabajos ascendentes. En realidad constituye la única sefirah visible
de todo el Arbol, estando compuestas las demás de energías sutiles, pero
verdaderamente existentes.
0 comentarios:
Publicar un comentario